Luce una piel bonita durante todo el año

lucir una piel bonita todo el año

María José Algar, profesora de la Escuela de Estética de FORMAEMPLEAN, quiere hablarnos de la importancia de lucir una piel bonita durante todo el año.

Hoy os vamos a desvelar como mantener la piel sana y bonita no solo durante el verano, ni tampoco como ponerla a punto tras la vuelta de vacaciones, que debemos tener en cuenta para el buen mantenimiento de cara al invierno, ¡no!, sino mantenerla bonita todo el año.

Para ello, primeramente, tenemos que concienciarnos de que lo principal es evaluar nuestros hábitos alimentarios, forma de vida, horas de sueño y adicciones, para después, decidir si queremos cambiarlos definitivamente. Si, señoras y señores, el buen estado de la piel depende del buen funcionamiento de nuestros órganos, ya que la piel refleja el estado de salud. Si estamos sanos, nuestra piel reluce.

Comencemos a detallar todos ellos y por que es importante un cambio de mentalidad:

Para lucir una piel bonita el descanso es fundamental

¿Cuántas horas son necesarias dormir? Realmente no hay un número determinado ya que a cada cual necesita un tiempo distinto. Lo importante es levantarse descansado, fresco y revitalizado. Pero si hemos de poner un número, haremos caso a lo que nos dicen desde la medicina: 8 horas. Durante la noche se produce la renovación de nuestras células y en el caso de la piel, ¡la epidermis está llena de ellas! Ayudémoslas a regenerarse.

El ejercicio físico es imprescindible para lucir una piel bonita

¡Es imprescindible que sea todos los días! Un mínimo de 60 minutos diarios, ya sea cardio, pesas, pilates, yoga, deportes… escoge lo que más te guste y así no te cansarás y no se hará pesado coger el hábito. Al tener actividad física, estimulamos nuestra musculatura combatiendo problemas como la flacidez, y a la vez estimulamos nuestra circulación sanguínea y linfática previniendo edemas y problemas circulatorios, entre otros. Has de entender, que las células de tu piel se alimentan de los nutrientes que circulan en la sangre, y llegarán mejor si tu sistema circulatorio y corazón funcionan como un reloj suizo. ¿Funcionarías tú igual si te ponen a dieta estricta de pan y agua? Pues seguro que tus células tampoco.

La hidratación de la piel es importante

Nuestra piel contiene en torno al 70% de este líquido, del cual, una parte iremos perdiendo al cabo del día sin que nos demos casi cuenta gracias a la perspiración insensible (en torno a 100 ml/día en una piel sin problemas) y la sudoración. ¿Cómo reponemos esa agua que se pierde y evapora? Pues como intuirás, bebiendo agua. Tampoco es que te pongas ahora a contar las botellas que te vas a ir tomando a lo largo del día, pero si beber con más frecuencia, sobre todo en esta época estival. Nuestra piel necesita esa agua para mantener la piel más elástica, hidratada y luminosa. Una piel bien hidratada se comporta mejor ante cualquier eventualidad.

A este último punto, podemos también ayudar con cremas hidratantes que nos protejan de la deshidratación córnea de la piel evitando la descamación y el tacto áspero además de la sensación reseca y tirante de la piel deshidratada. Escoge una con factor de protección para cuidarla de las radiaciones nocivas del sol y siempre acta para tu tipo de piel y edad.

Evita en todo lo posible el consumo de tóxicos, como el tabaco y el alcohol

Tanto uno como el otro producen deshidratación en la piel, actúan como vasodilatadores para los capilares sanguíneos de tu piel incentivando la aparición de trastornos como la rosácea y la cuperosis. Así mismo, desvitalizan mucho la piel, haciendo que se presente más marchita, apagada y envejecida. Reduce su consumo si ves difícil su eliminación. Tu piel te lo agradecerá.

La alimentación como factor fundamental para el cuidado de la piel

una buena alimentación para lucir una piel bonita

Hasta aquí hemos considerado unos puntos importantes, pero nos queda lo más fundamental, la alimentación. ¡Somos lo que comemos! Te vamos a detallar alguna cosita que mejorará mucho tu salud y, por ende, que puedas lucir una piel bonita.

  • Los minerales son necesarios para la síntesis de la queratina. Esta proteína está en tus uñas, tu pelo y tu piel. Ayudan a dar resistencia a tus uñas, previene la caída de tu cabello y refuerzan tu piel. ¡Démosles zinc, hierro, azufre…!
  • El omega 3 tiene múltiples funciones en nuestro organismo. A parte de tener un efecto antiinflamatorio, nos previene del cáncer de piel y mejora la dermatitis atópica.
  • Vitaminas, como la vitamina C, que ayuda a evitar la oxidación de nuestras células y participa en la producción de colágeno en la piel; la vitamina B, que ayuda a mantener el funcionamiento de nuestras células cutáneas; la vitamina A, que ayuda a reparar los tejidos de la dermis que hayan sido dañados. No olvidemos la vitamina E y la vitamina F que además son antirradicales libres y previenen el deterioro celular.

¿Importantes de incorporar a la dieta? Sí, totalmente.

  • Por ello es importante que tomemos tres raciones de verduras y frutas al día.
  • Los frutos secos son una buena fuente de minerales.
  • Pescados y carnes como fuente de proteínas junto a las de origen vegetal como las legumbres y los cereales.
  • Lácteos, huevos, aceite de oliva…

La clave es «comer bien». ¿A qué nos referimos con «comer bien»?

Esencial, una dieta sana y equilibrada, siempre elaborada en casa de forma artesanal, evitando la comida procesada y las bebidas azucaradas y carbonatadas y teniendo cuidado de las grasas, el exceso de azúcar y la sal. ¡Recuperemos las buenas costumbres!

El comer mejor hace que nos sintamos mejor, menos pesados y el ejercicio diario, con más ánimo y alegría. La piel que está bien nutrida funciona mejor y se verá más luminosa, hidratada, con buen color y más resistente al envejecimiento.

Si no tienes claro como cambiar los hábitos alimentarios, ponte en manos de un nutricionista, ya que cada persona es un mundo y muchos sufren de intolerancias que también tienen visibilidad en la piel. Aunque hay muchas dietas que se ponen de moda o que siguen muchos famosos, piensa que a lo mejor no es lo mejor para ti por muchos otros factores.

El secreto, comer de todo en su justa medida, ni en demasía ni por defecto. Puedes darte el capricho de comer en un restaurante o lo que te gusta en algún momento o celebración, pero no lo tomes como una costumbre. Y bebe agua para ayudar a hidratarte y eliminar esas toxinas que quedan retenidas en el organismo y que apagan la piel.

Dicho todo esto, haz un examen de conciencia y se sincero contigo al evaluarte. No te engañes. Los tratamientos estéticos ayudan y mucho, pero ¡no son la purga de san Benito!, necesitan de nuestra parte para mantener los resultados y eso comienza por cambiar de hábitos.