El Día Internacional de las personas con discapacidad nace tras la resolución 47/3 de la Asamblea General de la ONU, adoptada en otoño de 1992. La fecha escogida para celebrar la visibilidad del colectivo, el 3 de diciembre, fue escogida porque coincidía con el nacimiento del Decenio de las Naciones Unidas para las Personas con Discapacidad, celebrado ese mismo día en 1983. Fecha en la que se prometió cumplir con un programa que garantizase la calidad de vida de las personas con discapacidad.
En el año 2017, coincidiendo con la celebración de su día internacional, la ONU recibió la bandera que representa al colectivo. Ese mismo año, la Organización Mundial de la Salud (OMS) publicó una serie de iniciativas para llevar a cabo las premisas realizadas en el Informe mundial sobre la discapacidad, un documento único e histórico publicado por la OMS en 2011. El texto viene prologado por Stephen W. Hawking, que comienza diciendo:
La discapacidad no debería ser un obstáculo para el éxito. Yo mismo he sufrido una neuropatía
motora durante la práctica totalidad de mi vida adulta, y no por ello he dejado de desarrollar una
destacada carrera profesional como astrofísico y de tener una feliz vida familiarProfesor Stephen W. Hawking, Prólogo del Informe Mundial sobre la discapacidad 2011.
Las personas con discapacidad: un colectivo víctima de la sociedad
En España, la Agenda 2030 promueve «no dejar a nadie atrás». Ello incluye a las personas con discapacidad, que, a pesar de ser la minoría social más amplia a nivel mundial, son quienes más dificultades encuentran a la hora de acceder a un puesto de trabajo. Ello se debe a la falta de recursos, tanto físicos como organizacionales. ¿Imaginas que alguien deba rechazar un puesto de trabajo porque la empresa no cuente con los accesos requeridos para personas con discapacidad? O, peor aún, que alguien sea rechazado en un empleo debido a su discapacidad, sin que ésta influya en su trabajo.
Actividades por el Día Internacional de las personas con discapacidad 2021
Las personas con discapacidad física y/o intelectual cuentan con menos oportunidades laborales, lo que se traduce en menores oportunidades económicas. Sin un sistema que las arrope y les proporcione una asistencia legal que garantice sus derechos, están vendidos. Un sistema que, al menos, les proporcione los sistemas de acceso necesarios para hacer uso de transportes y edificios públicos. Hace unos días, el Pleno del Ayuntamiento de Madrid aprobó un plan de implantación urgente para la revisión y adecuación de las plazas de personas con movilidad reducida.
El comité Español de Representantes de Personas con Discapacidad (CERMI) ha querido también dedicarse este año a la adecuación de espacios para personas con discapacidad. Ha convocado en la Comunidad de Madrid un concurso de fotografía para visibilizar la relación entre la cultura y la discapacidad; una buena excusa para poner de manifiesto los aspectos positivos y discriminatorios de la capital para con las personas con discapacidad.
Además de la vulnerabilidad y la falta de oportunidades en el mercado laboral, las personas discapacitadas también son las más desprotegidas cuando hablamos de violencia. Sin ir más lejos, el Ayuntamiento de Madrid aprovechó el Día Internacional en contra de la violencia de género para poner de manifiesto que el 40% de las mujeres con discapacidad sufría malos tratos. Es decir, una de cada dos mujeres con discapacidad es víctima de la violencia de género. Madrid albergará durante el mes de diciembre charlas y actividades con las mujeres y su diversidad como protagonistas. Entre ellos: el XVI Encuentro Tejiendo Redes: mujeres y diversidad funcional; Mujeres y capacidades diversas; Diversidad Sensorial: la sordera desde la perspectiva de género. Puedes ver el programa completo aquí.
La diversidad física y/o intelectual en la formación
El principal estigma al que se enfrentan las personas con discapacidad es el desconocimiento de la sociedad acerca de sus capacidades. Según un estudio de Fundación Adecco sobre Discapacidad y relaciones sociales, un 43% de las personas encuestadas admitían sentirse incómodas al relacionarse con personas discapacitadas. Una persona discapacitada puede realizar cualquier función, a excepción de aquellas relacionadas con su hándicap. En la Escuela de Sanidad de FORMAEMPLEAN se enseña al alumnado que trabajará con personas dependientes a ser un apoyo de quienes requieren de la colaboración de otra persona en su día a día, no a invalidar todas sus capacidades.
Porque una persona no es su discapacidad. Sí, estamos de acuerdo de que debemos de colaborar con una persona que requiera de nuestra ayuda, pero no convertir su diversidad en su principal rasgo característico. En la Escuela de Hostelería de FORMAEMPLEAN, el alumnado del Curso de Camarero/a Profesional realiza una práctica de servicio en restaurante para personas invidentes. Los aprendices tienen que ponerse en el papel de trabajador y de persona invidente. Así conocen con qué barreras se encuentra alguien que no puede depender de la vista para disfrutar de una comida.
Muchas veces, nuestro desconocimiento provoca que discriminemos a una persona con diversidad física y/o intelectual. El miedo y la ignorancia pueden convertirse en el enemigo de una persona sin discapacidad. Por ello, muchas entidades formativas han querido tener muy presente el 3 de diciembre. La Universidad Complutense de Madrid ha organizado para el miércoles 1 de diciembre las III Jornadas Universidad y Discapacidad, bajo el título «Retos de inclusión laboral y social en la Universidad». Asimismo, la Universidad Carlos III de Madrid ha querido poner a prueba a su alumnado con un quiz para saber cuánto saben sobre la discapacidad y las personas discapacitadas en el entorno universitario. ¿Te animas a hacerlo?