Listas o tontas, no hay fiesta de San Isidro que se precie sin las rosquillas colmando los puestos de la pradera y del Jardín de Las Vistillas.
Ha llegado el día de una de las festividades más representativas de Madrid: el Día de San Isidro. Las calles de Madrid se llenan de claveles adornando las solapas de los señoritos y coronando las cabezas de las madrileñas. A ritmo de chotis, chulapas y chulapos bajan hasta la pradera de San Isidro para festejar el día del patrón de los madrileños y las madrileñas.
Como en todo buen festejo, en San Isidro la gastronomía de la capital juega un papel muy importante. A la hora de comer, las gallinejas y los entresijos son la opción más castiza, siendo los huevos rotos y las patatas bravas los mejores acompañantes. Pero, si hay algo que caracteriza a la festividad de San Isidro, en cuanto a opciones gastronómicas se refiere, es la de endulzar los paladares con rosquillas. Las más conocidas son las listas y las tontas.
Rosquillas listas y tontas
Según los cálculos de ASEMPAS, se prevé que en estas fiestas de San Isidro se consuman más de seis millones de rosquillas. En esa friolera cifra, habrá dos tipos de rosquillas disputándose el puesto de las más comidas: las listas y las tontas.
Haciendo caso a la receta tradicional, la diferencia entre las rosquillas listas y tontas es que las primeras no llevan anís en la masa, están cubiertas con glaseado de limón y bañadas en zumo de dicho cítrico. Las tontas, en cambio, se presentan desnudas de cobertura e incluyendo anís en la masa.
Es de buen sabedor reinterpretar las tradiciones, adaptarlas a la actualidad y descubrir cosas nuevas. Como pasa con otros dulces típicos, las rosquillas del santo se reinventan cada año. Las listas dan más juego, siendo su cobertura glaseada una gran aliada para las reinterpretaciones: chocolate, frutos rojos, vainilla… De hecho, ASEMPAS afirma que son las rosquillas más vendidas en los festejos de San Isidro, seguidas de las tontas, las de santa clara y las francesas, por ese orden.
Rosquillas de Santa Clara y rosquillas francesas: las hermanas feas de listas y tontas
Aunque las listas y las tontas sean las protagonistas, sus hermanas feas también tienen cabida en el festejo. Feas porque quedan en un segundo plano, puesto que están igual de ricas que sus hermanas famosas. ¿Cómo reconocerlas? Las rosquillas de Santa Clara se caracterizan por estar cubiertas por una capa de merengue duro, mientras que las francesas están cubiertas de azúcar glas.
Las mejores rosquillas se hacen en la Escuela de Hostelería de FORMAEMPLEAN
Por cierto, en la Escuela de Hostelería de FORMAEMPLEAN enseñan a elaborar unas rosquillas deliciosas. El módulo de de repostería tradicional del Curso de Repostería está dedicado a la elaboración de los dulces más típicos: polvorones, buñuelos, pastas, rosquillas… Aquí todas tienen cabida, ya sean listas, tontas, francesas o de la abuela. El objetivo es el de formar reposteros/as profesionales para llenar de dulces fiestas tan típicas como la de San isidro.
Unas fiestas de San Isidro diferentes
Debido a la situación del Covid, las fiestas de San Isidro serán diferentes. Este año habrá que contar con una invitación para poder asistir a los espacios donde se celebrarán los conciertos y actividades. La pradera y el parque de las Vistillas ceden este 2021 el testigo a Ifema, Matadero Madrid y el Centro de Cultura Contemporánea Conde Duque, entre otros.
El año 2020 nos arrebató las fiestas del santo de Madrid, entre otras muchas cosas. Ahora, tenemos la oportunidad de celebrar San Isidro. Con precaución, la diversión estará asegurada. Ha llegado el momento disfrutar del sol, sonreír y comerse una rosquilla. Recuerda, las personas son como las rosquillas: listas y tontas. Sé de las primeras y, tras cada bocado, ponte la mascarilla.
